• Cómo ayudar a niños autistas a disfrutar de eventos sociales: Una guía para padres

    ¡Hola a todos!

    Soy Dalisse, una orgullosa mamá de dos niños increíbles, Adrián (10) y Guillermo (4), ambos autistas. Si eres padre o madre de un niño autista, sabes que los eventos sociales pueden ser una montaña rusa de emociones, tanto para nuestros hijos como para nosotros. Queremos que se diviertan, hagan amigos y se sientan incluidos, pero el exceso de estímulos sensoriales y las complejidades sociales pueden resultar abrumadores. No se trata solo de elegir el regalo o la ropa adecuada, sino de prepararnos para todo el evento, desde que llega la invitación hasta el viaje de vuelta a casa.

    La perspectiva de los padres: Los «y si…»

    Como padres, es normal preocuparse. Todos nos hemos hecho estas preguntas:

    • ¿Se sentirán abrumados por el ruido y la gente?
    • ¿Entenderán las señales sociales o seguirán las reglas de los juegos en grupo?
    • ¿Harán amigos y se divertirán, o se sentirán excluidos?

    Estos «y si…» pueden ser estresantes, pero aquí está la clave: cada niño autista es único. Lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La preparación, la paciencia y encontrar lo que mejor funciona para tu hijo son esenciales.

    La perspectiva del niño: La ansiedad

    Para muchos niños autistas, los eventos sociales pueden ser una mezcla de emoción y ansiedad. Pueden preocuparse por:

    • El exceso de estímulos sensoriales: Ruidos fuertes, luces brillantes, olores desconocidos o incluso la textura de la comida.
    • Las expectativas sociales: Entender reglas no escritas, como tomar turnos o leer expresiones faciales.
    • La imprevisibilidad: No saber qué pasará después o cuánto durará el evento.

    Como padres, nuestro trabajo es ayudarlos a navegar estos desafíos mientras celebramos su forma única de experimentar el mundo.

    Consejos para apoyar a tu hijo en eventos sociales

    A lo largo de los años, hemos aprendido mucho sobre cómo ayudar a Adrián y Guillermo a sentirse más cómodos y seguros en eventos sociales. Aquí tienes algunas estrategias que nos han funcionado:

    1. Planifica con anticipación
      • Habla con tu hijo sobre el evento antes de que ocurra. Usa un horario visual con imágenes o dibujos para mostrar lo que sucederá (por ejemplo, llegada, juegos, pastel, despedida).
      • Si es posible, visita el lugar con anticipación para que tu hijo se familiarice con el espacio.
    2. Crea un ambiente sensorialmente amigable
      • Prepara un «kit sensorial» con auriculares para reducir el ruido, gafas de sol o un juguete favorito.
      • Informa al anfitrión sobre las necesidades de tu hijo y pregunta si hay un espacio tranquilo donde pueda tomar un descanso si se siente abrumado.
    3. Practica habilidades sociales
      • Representa situaciones sociales en casa, como saludar a amigos, tomar turnos o pedir unirse a un juego.
      • Usa cuentos sociales o libros (como La fiesta de Adrián) para ayudar a tu hijo a entender qué esperar.
    4. Celebra las pequeñas victorias
      • Enfócate en el progreso, no en la perfección. ¿Tu hijo saludó a alguien? ¿Se quedó 15 minutos más que la última vez? ¡Celebra esos logros!
    5. Considera grupos de habilidades sociales
      • Si tu hijo tiene dificultades con las interacciones sociales, un grupo de habilidades sociales puede ofrecer un entorno seguro para practicar.

    Nuestra historia: La fiesta de Adrián

    Nunca olvidaré la primera invitación a una fiesta de cumpleaños que recibió Adrián. Yo estaba llena de nervios. ¿Manejaría el ruido? ¿Participaría en los juegos? ¿Se sentiría incluido?

    Pasamos semanas preparándonos. Hablamos sobre la fiesta, practicamos habilidades sociales e incluso creamos un horario visual. Cuando llegó el día, Adrián sorprendió a todos, incluida yo, al hacer un nuevo amigo y unirse a la diversión. No fue perfecto, pero fue un progreso, y eso es lo que más importaba.

    Esa experiencia me inspiró a escribir ¡La fiesta de Cumpleaños! Haciendo amigos uno a uno. Esta entrañable historia sigue a Adrián mientras navega por una fiesta de cumpleaños con la ayuda de sus amigos, su familia y algunas estrategias sociales clave. Es un recurso para padres, cuidadores y educadores que quieren ayudar a los niños autistas a sentirse preparados y seguros en situaciones sociales.

    No estás solo

    Criar niños autistas viene con sus propios desafíos, pero también es un viaje increíblemente gratificante. Los eventos sociales pueden parecer abrumadores al principio, pero con las herramientas y el apoyo adecuados, nuestros hijos pueden brillar.

    Conéctate con nosotros

    ¿Qué estrategias te han funcionado a ti en eventos sociales? ¡Comparte tus consejos en los comentarios! Me encantaría saber de ti.

    Juntos, podemos crear un mundo más inclusivo y solidario donde nuestros hijos autistas puedan prosperar.

    Con amor y comprensión,
    Dalisse – Loving Pieces Books

  • Aceptar su forma de ser: Apoyar las habilidades sociales sin presión

    Como padres, todos queremos ver a nuestros hijos prosperar socialmente: que se sientan cómodos, conectados y seguros en sus interacciones. Pero para los padres de niños autistas, este camino suele venir con un desafío extra: ¿cómo apoyamos su desarrollo social sin presionarlos para que “encajen”?

    Nosotros hemos estado ahí. Como padres de Adrián y Guillermo, hemos sentido esa lucha entre querer ayudarlos a navegar situaciones sociales y el miedo a empujarlos a situaciones que no le sientan bien. Con el tiempo, hemos aprendido que la clave no está en cambiar quiénes son, sino en crear espacios donde se sientan seguros, aceptados y libres para socializar a su manera.

    Porque esta es la verdad: los niños autistas no necesitan “encajar” para prosperar. Necesitan sentirse cómodos siendo ellos mismos. Y cuando dejamos de lado la presión por «encajar», abrimos la puerta a conexiones genuinas y a un bienestar a largo plazo.

    Por qué la aceptación es importante

    Cuando nos enfocamos demasiado en “corregir” o “mejorar” las habilidades sociales, corremos el riesgo de enviar el mensaje de que su forma natural de interactuar no es lo suficientemente buena. Esto puede llevar al enmascaramiento—donde los niños aprenden a ocultar su verdadero yo para cumplir con las expectativas sociales. Aunque el enmascaramiento pueda parecer útil a corto plazo, puede tener consecuencias graves a medida que crecen, como agotamiento, ansiedad y una pérdida de identidad.

    En cambio, nuestro objetivo debería ser ayudarles a sentirse cómodos y seguros en entornos sociales—no cambiar cómo socializan, sino apoyarlos para que se expresen de manera auténtica.

    Herramientas para la comodidad, no para la conformidad

    Estas son algunas estrategias que nos han ayudado a crear un entorno de apoyo para Adrián y Guillermo—uno que prioriza su comodidad y celebra su forma única de socializar:

    1. Historias sociales para entender, no para presionar

    Las historias sociales son una herramienta maravillosa para ayudar a los niños autistas a comprender situaciones sociales sin sentirse presionados a actuar. Estas narrativas visuales explican qué esperar de una manera clara y predecible, reduciendo la ansiedad y ayudándoles a sentirse preparados.

    Por ejemplo, en lugar de enseñarles a “hacer contacto visual porque es educado,” usamos historias sociales para explicar por qué las personas pueden mirarse durante las conversaciones—y les dejamos decidir qué les resulta cómodo a ellos.

    2. Juegos de roles como exploración, no como práctica

    Los juegos de roles pueden ser una excelente manera de explorar interacciones sociales sin presión. En lugar de “practicar” para hacerlo “bien,” usamos los juegos de roles para ayudar a Adrián y Guillermo a experimentar con diferentes formas de comunicarse y conectar.

    El objetivo no es imitar el comportamiento neurotípico, sino ayudarlos a encontrar su propia voz y estilo.

    3. Refuerzo positivo por el esfuerzo, no por los resultados

    Celebramos sus esfuerzos, no los resultados. Ya sea que digan “hola” a su manera o simplemente estén presentes en un entorno social, nos enfocamos en lo que se siente bien para ellos. Esto les ayuda a construir confianza sin la presión de cumplir expectativas externas.

    4. Planes de juego con flexibilidad, no con estructura

    Aunque las juegos estructuradas pueden ser útiles, hemos descubierto que la flexibilidad es clave. En lugar de planificar cada momento, dejamos que Adrián y Guillermo tomen la iniciativa. Si quieren jugar uno al lado del otro en lugar de juntos, está bien. Si necesitan un descanso, también está bien.

    El objetivo es crear un espacio donde se sientan seguros para interactuar—o no—en sus propios términos.

    5. Espacios seguros para regularse, no para aislarse

    Los entornos sociales pueden ser abrumadores, y eso está bien. Hemos creado espacios seguros donde nuestros hijos pueden refugiarse si se sienten sobrestimulados. Estos no son lugares para esconderse, sino espacios para reagruparse y recargar energías, para que puedan volver a la interacción cuando estén listos.

    6. Paciencia y compasión, no expectativas

    El desarrollo social no es una carrera, y no hay una forma “correcta” de hacerlo. Hemos aprendido a dejar de lado los plazos y las expectativas, enfocándonos en su comodidad y felicidad. Algunos días, el progreso se ve como una gran sonrisa durante una conversación. Otros días, es simplemente estar presentes.

    Ambos merecen ser celebrados.

    7. Aceptar su forma única de socializar

    Una de las lecciones más importantes que hemos aprendido es aceptar su forma única de conectarse con el mundo. Adrián puede expresar alegría agitando las manos, mientras que Guillermo puede conectarse a través de la música en lugar de las palabras. Estos no son comportamientos que haya que “corregir”—son expresiones hermosas de quiénes son.

    Cuando dejamos de lado la idea de que solo hay una forma “correcta” de socializar, creamos espacio para que brillen a su manera.

    Un camino de aceptación y crecimiento

    Apoyar el desarrollo social de nuestros hijos no se trata de enseñarles a “encajar.” Se trata de ayudarlos a sentirse cómodos, seguros y aceptados por quienes son. Se trata de crear entornos donde puedan prosperar—no ocultando su verdadero yo, sino abrazando su forma única de ser.

    Como padres, tenemos el poder de mostrarles que no necesitan cambiar para ser amados y aceptados. Y cuando dejamos de lado la presión por conformarse, les damos el mejor regalo de todos: la libertad de ser ellos mismos.

    Recuerda, no estás solo en esto. Juntos, podemos crear un mundo donde nuestros hijos se sientan vistos, valorados y celebrados—exactamente como son.

    Con amor y comprensión,
    Dalisse

    Loving Pieces Books

  • Nuestra historia de esperanza y perseverancia.

    Hola a todos,

    Criar a nuestros dos niños increíbles, Adrián y Guillermo, ha sido un viaje lleno de giros inesperados, desafíos y triunfos. Algunos días, me despierto sintiéndome abrumada, con ganas de quedarme en la cama y dejar que el mundo siga girando sin mí. En esos días, el peso de la maternidad se siente más fuerte: la incertidumbre de lo que traerá el día, las dificultades, las crisis. Pero entonces los veo: la sonrisa de Adrián iluminando la habitación, la risa contagiosa de Guillermo. Y algo dentro de mí cambia. Su felicidad, sus progresos y las pequeñas victorias me recuerdan por qué seguimos adelante.

    El amor lo es todo.

    Luis y yo hemos aprendido a tomar un día a la vez. Con dos niños autistas, no hay dos días iguales. Algunos días están llenos de avances, mientras que otros vienen con momentos en los que nos sentimos perdidos o inseguros. Pero cada día lo enfrentamos juntos, como una familia, unidos por el amor y el profundo vínculo que compartimos.

    Adrián y Guillermo tienen personalidades muy diferentes. Adrián es curioso, reflexivo y le encanta explorar el mundo a través de su propia mirada única. Guillermo es enérgico, juguetón, muy musical y lleno de vida. Estas dos pequeñas almas nos han enseñado más de lo que jamás imaginamos sobre la paciencia, el amor incondicional y lo que significa abrir verdaderamente el corazón y la mente a nuevas perspectivas.

    Al principio, teníamos miedo. Miedo de lo que podría deparar el futuro, miedo a lo desconocido. Pero con el tiempo, nos hemos vuelto más fuertes. Hemos descubierto una fuerza que no sabíamos que teníamos y un amor tan profundo que trasciende cualquier desafío que enfrentemos. Hemos aprendido a soltar las expectativas y a abrazar la belleza de su singularidad.

    Nuestro viaje con Adrián y Guillermo nos ha enseñado que la vida no se trata de compararlos con otros o desear que las cosas fueran diferentes. Se trata de celebrar sus victorias, sin importar cuán pequeñas sean, y encontrar alegría en los momentos en los que prosperan. Verlos florecer, verlos felices y saludables, ha sido la mayor recompensa.

    Todavía hay días en los que me siento abrumada, en los que las lágrimas fluyen y en los que me pregunto si estoy haciendo lo suficiente como madre. Pero sé que Luis y yo estamos haciendo todo lo que podemos. Juntos, somos más fuertes. Y con nuestros niños a nuestro lado, enfrentamos cada día con valentía, sabiendo que, pase lo que pase, les estamos dando todo el amor y el apoyo que necesitan para ser la mejor versión de sí mismos.

    Adrián y Guillermo llegaron a nuestras vidas para enseñarnos algo importante: que el amor no se trata de perfección. Se trata de abrazar el viaje, con sus altibajos, y apreciar los hermosos momentos de crecimiento, conexión y felicidad en el camino.

    Así que aquí estamos, tomando un día a la vez, valorando cada hito y aprendiendo a vivir en el presente. Estamos agradecidos por las lecciones que nuestros niños nos han enseñado y por la forma en que nos siguen inspirando cada día. No siempre es fácil, pero siempre vale la pena. Y juntos, como familia, seguiremos adelante, más fuertes y más unidos que nunca.

    Con amor y comprensión,
    Dalisse

    Loving Pieces Books